Desde el Proyecto Golden Hills, el suelo que se erosiona contribuye con la reducción de profundidad del estero Puntarenas y Golfo de Nicoya, receptores finales de las aguas que desembocan en el río Ciruelas, que recibe las aguas del río La Rastra y quebrada El Padre.
El Golfo de Nicoya es fuente de alimento y trabajo, amenazados por el cambio de uso de suelo en las partes altas de su cuenca.
Foto mayo 2008. Una de varias áreas inundadas cubiertas de sedimentos a orillas del río Ciruelas.
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